Una de las criaturas de contemplación más hermosa es este insecto que pertenece al orden de los lepidópteros (mariposas).
Se integra en la familia de las esfinges y desarrolla hábitos diurnos, distinguiéndose así del resto de las sphingidae que, por lo general, son mariposas nocturnas.
Aletea 85 veces por segundo y puede alcanzar los 60 km/h.
Es de color parduzco, menos acusado en la zona ventral y casi blanco debajo de la cabeza. El reverso de las alas y la parte final del anverso de las mismas presentan un hermoso y brillante tinte anaranjado y la cola manchas negras y blancas.
Este animal desarrolla una permanente actividad durante todo el día. Bate las alas a tal velocidad que casi resultan imperceptibles para el ojo humano, permitiéndole este método de vuelo permanecer suspendido en el aire como si se tratase de un autogiro.
Toma prestado de un pequeño pájaro su nombre, probablemente por la similitud en el vuelo y por el tamaño y características de las alas, que parecen más propias de un ave que de un lepidóptero.
Es de esta manera, y utilizando la cola para variar la posición, como realiza la función de alimentación, por lo que ha desarrollado una trompa (probóscide) de longitud considerable.
Habitualmente, es huidiza y se aleja rápidamente de la compañía humana. No obstante, hay ocasiones en las que parece embriagarse con los jugos que liba de las plantas; en estos casos se muestra indiferente a esta presencia, circunstancia que puede aprovecharse para realizarle multitud de tomas fotográficas.
Espectacular aleteo...
Se ha adaptado perfectamente a la climatología y demás condiciones medioambientales de la península ibérica y, según consignan los expertos, se dan dos generaciones cuya época de vuelo se manifiesta a finales de primavera la primera y la segunda en pleno verano.
Magnifica mariposa.
¿Cómo se llama esta espectacular mariposa?